Regalos

Hoy se honran a los niños en Argentina, no a todos por supuesto, pero ese es otro tema. Quizás por eso mi memoria estuvo jugando conmigo todo el día y como en una danza del medio oriente, fué develándome una por una las capas que me dejaron ver mi primer día del niño (o al menos me devolvió éste que les voy a contar). Antes este día tenía un logo. Un muñequito con jopo para arriba y un corazón en el pecho con un logo circular como se usaba en los 70. O algo así. Cayó un 8 de agosto, lo recuerdo por las letras rojas que veo tan claramente como todo lo que ocurrió. Supongo que era una costumbre de domingo ir a la cama de mis viejos a la mañana porque recuerdo otras. Pero hubo algo especial ese día, porque después de jugar un rato con papá, en un momento determinado mi vieja dijo: "los regalos". La excitación única de un pendejo esperando un juguete nuevo se apoderó de mi y fué idéntica a la que sentí hoy en la cocina cuando, esperando el agua para un mate, se reveló lentamente como una foto en la batea cuál fué mi regalo.
Ahora tengo dos hijos y muchos días del niño como padre por eso puedo contarles que de este lado es más lindo, se disfruta más. Por eso Santa son los padres. La sonrisa de cualquier chico es hermosa y lo es más cuando lo querés, sea hijo, sobrino o vecino. No quiero ni imaginar de un nieto.
Yo no tuve muchos juguetes, y eso les explica algunas cosas. ¿No? He sido desproporcionado con los regalos como lo son las madres italianas con la comida cuando el hambre no las abandona después de 50 años. Un regalo es una representación, una obra que trata de expresar una idea: Amor. En un cumple, en navidad, incluso un regalo circunstancial como un alfajor. O una manta, o una botella de vino. Yo cuando monto en escena esta representación soy Fellini, con una grandilocuencia y una pompa digna de él. Con todos, porque les regalo a ustedes cada vez lo máximo que puedo. Como quizás lo hicieron mis viejos con ese tanque de guerra verde agua; de lata, a cuerda con una piedra de encendedor en el cañon, que generaba los proyectiles más reales con los que a los 6 años podés jugar.