Hace 37 años un día como hoy miré al cielo con toda la fascinación que un chico de 4 años puede tener buscando en la luna un tipo que pronunció palabras inmensas. Como ese paso que maravilló a miles de millones de personas. Hoy también es por un capricho, el día del amigo y cuando uno busca de un pantallazo los personajes que compartieron con uno la vida, queda con un sabor dulzón, como después de comerte unas ciruelas afanadas de lo de Coca. Mi primer amigo que recuerdo se llamaba Angel y perduró más por estar en unas fotos de algún cumpleaños que por la acción de la memoria. Tengo que nombrar a Giguin un amigo imaginario que venía a verme cuando estaba en el baño ya que venía en lancha y aparecía por la rejilla. Horas hablando con él me pasaba. Sé que es medio freakoso pero bue, es lo que hay. De ahí salto a un gran amigo. Al tano Marzano, Mario quien fué la persona con la que primero me cagué a piñas en mi vida y la primera que fué mi amigo de verdad. Un tipo que pese a que no nos vemos nunca, cuando nos encontramos, retomamos la charla como si nunca se hubiera interrumpido, un tipo que quiero mucho. En sexto grado apareció otro de los 3 grandes que es Marcelo "el flaco" López. Uno de los tipos que se convirtió en hermano con lo bueno y lo malo que esto implica. Tenemos un mérito grande que es que pese a compartir 30 años de amistad, sólo fuimos 2 años juntos al colegio (y en la primaria, mérito doble) y nos mantuvimos unidos pese a la distancia. Su casa de ezeiza es mi segunda casa y siempre será así. A los 15 apareció mi otro hermano que en ese momento estaba más interesado en tirarle piedras a los trenes que en Lacan y la filosofía. El golem a quien admiro profundamente que se inventó a si mismo con barro y hoy es un tipo de oro. Ejemplar que me bendice con su amistad hoy y por siempre, espero. Casi al toque conozco a otro tano increíble que hizo que hoy esté en esta profesión, quien fué socio, compañero de saber, de arte y de juventud. Pese a haberle robado a Ossie un tiempo de convivencia en el depto de Rodriguez Peña, con quien conviví "la vida" es con Mile. No todos los días uno encuentra alguien con quien no hace falta completar un chiste porque sabemos lo que el otro va a decir. Tener muchos puntos en común ayudan mucho pero no es todo. Uno puede forjar una amistad verdadera con personas que, por el contrario, no son claros estos puntos, como Pablín. Yo tengo la suerte de tener amigos que si bien no pasaron 20 años, los considero amigos de posta, no de cartón. Y son de marte como Alejo, de Liniers como Diego, vienen de la redacción como Ariel, o amigos de prisión laboral y hundimientos del país, de las realmente malas que es donde se ven los pingos, a quienes hoy les alquilo la casa como Sebas. O amigos de algo más que el golf como el otro Pablo (el húngaro como prefiero definirlo). Pero de todos mis amigos quiero rescatar hoy a dos nuevos. Bah, nuevos. Uno es mi hermano con quien espero ahora que vuelve, ser más su amigo que su hermano. El otro es mi viejo. Un tipo especial, con un cerebro y un corazón más grande que el paso que dió un tipo allá lejos en el cielo, hace 37 años un día como hoy.
Dedicado a los Cesar Lacorene, los Oscar Eichler, los Maco Gatti, los Ruben, los Lions, los negro, los amigos que estuvieron y están en mi alma como en esos momentos que tan feliz me hicieron.
Flavio, vamos a robar ciruelas papá.
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