"El pasado, el presente y el futuro son distintas formas de la ilusión."
José Saramago.
Carta a mi pequeño hijo.
Muchachito:
Desearía, antes que nada, que si "un día entre los días" (como dice Sherezada) cuando el alcohol me haya achicado el alma empujándola al borde del abismo me fueras a visitar y me amenazaras con no perdonarme nunca si te abandono.
También deseo que si en el futuro te casares, tengas una nena y un nene que fueran dulces y hermosos y me llamen abu y pueda yo pasear con ellos en una ciudad, tomar helados, acompañarlos a la escuela y en vacaciones llevarlos a la montaña, a esos lugares que yo creo bellos y verlos nadar en el agua como en un espejismo.
Y que así porque sí me digas "otro día entre los días": "viejo, te invito a pasar un par de semanas en unos lugares cuya imponencia inimaginable no creerás nunca: ríos de ensueño, lagos de cuentos de hadas... y un paisaje pensado por el hacedor de los astros y los cielos... quizás pesques alguna trucha que evocará entonces, en tu memoria, aquel tiempo que con los amigos ibas a la quebrada del río grande..."
Me gustaría que viendo mis abultados años intuyeras en mí alguna tristeza, molesta como el ladrido de un perro en la noche y para mitigarla me invitaras a ver cine chino o esos cuentos de Kurosawa que ya filmará...
Como no soy ajeno al arte me pondría contento si me llevases a ver una exposición de Dalí o alguna serie de fotografías tomadas desde el aire, de distintos lugares del planeta (que no veré) o al museo de Bellas Artes... Luego almorzar en tal o cual restaurante japonés.
O a cruzar el río Colorado u otro río que por hermoso se llamase Bonito o que por su ímpetu se denominase Correntoso o con algún nombre aborigen poetico como Ruca-Malén... Intentar la pesca en el último confin de un lago en un sitio cuyo nombre fuese Última Esperanza.
Hoy eres un niño y dibujas muy bien. Si estudias, quizás "un día entre los días" vivas de eso y seas feliz y una peregrina inquietud te lleve a conocer países y ciudades... Veo como entre una bruma... Nueva York, Londres, París, Florencia, Roma y otros que no alcanzo a distinguir bien.
Me ilusiono imaginando que tal vez al regresar me traigas de regalo libros y folletos de museos...
Para terminar: Reconozco que voy demasiado lejos con mis deseos, pero...
!Soñar no cuesta nada!
Con cariño.
Tu papá
octubre 1969
PD: hoy tu hermanito abrió la puerta de un jaulón y se volaron todos los pájaros. ¿será ese acto una premonición de libertades futuras?
Qué hermoso.
ReplyDeleteCuando iba leyendo, me peleaban dos sentimientos: uno de "qué lindo lo que estoy leyendo" y otro de "qué padre exigente". Pero llegué hasta el final. ¿Será ficción o realidad? En definitiva da igual, o no, pero disfruté mucho leyéndolo, y supongo que vos también al escribirlo. Y apuesto que ese padre disfruta con ese hijo porque está, porque lo participa y comparte, un restaurante japonés o un refuerzo de mortadela, sus hijos que lo miran con amor, más allá de su historia y de lo que hizo bien y no tan bien con su papá (lo que seguro hizo bien fue tenerlo para que él -con su mamá- los tuviera). Hermoso regalo, chas gracias.
ReplyDeleteMe impresiona saber que todo esto se hizo realidad. Puta que tu viejo debe estar contento.
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