No entiendo cómo aún dicen que el argentino es arrogante, altanero, que se cree la crema de la crema, que vive en la europa de latinoamérica. No entiendo cómo alguien puede sostener esto siendo el pueblo que ha soportado una de las humillaciones sistemáticas más grande de los últimos 50 años. Un pueblo que vio sin decir nada cómo una banda de delincuentes los gobernó, los tomó por la fuerza, los mató, los reprimió, los regaló. No hablo sólo del golpe del 76' ni del riojano, la peor basura que ocupó el sillón de rivadavia de la mano del peronismo y que hizo las delicias de la derecha más repugnante de la región. No, voy más atrás, con "la otra" esposa nefasta; o más lejos, a ezeiza y su masacre vergonzosa, o más atrás aún, al camisa negra que se descamisó, que con los brazos en alto como el simbolito del mundial se fotografiaba ante un tesoro nacional lleno de oro que dejó vacío como unos años después hicieron todos los gobernantes con lo que tuvieran a mano, aunque sean los bolsillos del pueblo. Hoy sentí una vergüenza similar a la que lamentablemente sentí varias veces, como cuando regalaron Entel, o cuando leyeron el comunicado Nº1, o el Rodrigazo, o la 1050. Un pueblo de rodillas, vejado. Que intenta decir basta con el cacerolazo, la actitud más egoísta y vil de la rancia cuasi-burguesía porteña. Detesto el cacerolazo. No me importa si hoy tienen razón. No puedo dejar de asociarlo a la gente que no dudó en salir a las calles cuando le metieron la mano a su verde esperanza pero que miró hacia el costado indiferente, ante cada atropello, ante cada hurto. Ese pueblo que se hizo el distraído cuando Barbarita lloraba en cámara desde la peronista tucumán a causa del hambre cuando nadie llenó una cacerola y se la envió llena de proteínas. Cuando el infame que permitió que vuelva el deme 2 destrozaba la industria, nadie salía a la calle. Cuando entregó el país tampoco. Cuando cerró los trenes, tampoco. Cuando hicieron el golpe económico a Alfonsín, tampoco. Nadie golpeó su batería de cocina contra Martínez de Hoz. Ni cuando Videla y todas las langostas que lo siguieron mataron y torturaron a diestra y siniestra no hubo cacerolazos en barrio norte. Ni en ningún lado.
Hoy vimos un giro aún más bizarro y decadente, demostrando que somos capaces de llevar las cosas a un extremo inimaginable. La frutilla de la torta K que ante la mentira sistemática (no sólo del índice de inflación) de un gobierno que vive de lo que le saca al campo y de la cotización del único dios argentino manejado a conveniencia, fue enfrentar los gritos tilingos con otros gritos. Gritos de otro color, manipulados, violentos y tan pero tan negros como el futuro de esta tierra bendecida, poblada por la peor lacra. Un país que un fascista iluminado catalogó hace muchos años de POTENCIA.
gesto
Todavía no se murió Videla. Ni Martínez de Hoz. Me entristece cuando alguien que hace reír se muere. No importa si lo llegaste a querer o no, hoy fue el enano Guinzburg, el publicitario, el cómico, el periodista, el de la noticia rebelde, el de peor es nada. No era un fan, pero sentí algo parecido con Abrevaya y Castelo. Tristeza no al nivel de cuando se fueron otros tipos inteligentes, irónicos, rápidos o geniales como el Negro Fontanarrosa, para poner un ejemplo. En la tele a esta hora pasan retrospectivas que emocionan y nos dejan ver el hueco que se genera al irse un tipo como él que cuando aparece en la caja boba, nos hace creer que es un poco menos tonta. Mientras lo pasaban entrevistando gente, me acordé que la única vez que lo vi, me llevé algo. Pequeño. Ínfimo. Estábamos esperando si nos daban, o no, el premio de Agencia del Año en un evento que Jorge conducía. Mucha de la crema publicitaria presente, llega el momento en que nos anuncia, con la música de Love Unlimited al palo, que ganamos. Ehhh, abrazos y a subir al escenario, paso delante de él, lo miro embadurnado con esa inútil alegría de haber ganado, me mira sonriente y como una yapa, me guiña un ojo, cómplice. Hoy pienso que ese acto, casi un reflejo en una persona pública, me dejó una sensación fugaz de calidez. Ahora pienso cómo un gesto gratuito puede adquirir con el tiempo, o la muerte, un valor inimaginable.
milo tiró cuentazo
métanse a leer el nuevo cuento (era una tarea obligatoria para la escuela, sigue como siempre) del enano que está increíble:
http://mi-lo-ve.blogspot.com/2008/03/trece.html
como suele ocurrir en las escuelas públicas, se sacó un regular.
http://mi-lo-ve.blogspot.com/2008/03/trece.html
como suele ocurrir en las escuelas públicas, se sacó un regular.
eternalize
No existía Flickr en mi vida, cada vez que apretaba el obturador de una cámara era para encapsular un recuerdo. En ese tiempo, pasado el verano de 2005, fui a visitar a mi hermano a Londres. Encaramos por unas semanas una recorrida por el continente, descubriendo mundos deslumbrantes, francia, suiza e italia me regalaron una inmensidad inesperada. A eso me esperaba de vuelta, en tierras de piratas, una larga estadía para vivir la ciudad de donde provienen la mitad de mis genes.
Días enteros caminando, viendo, sintiendo, aprendiendo. Todo esto cámara en mano tratando de retener en píxeles lo enorme, lo descomunal; pensaba para quién eran esas fotos y tenía una cosa atragantada que no se iba e hizo que me preguntara: ¿son para mí? ¿para los que se sientan ante una pantalla y pierden el interés a los cinco minutos? No, era para compartirlo, no sabía con quien, no sabía para qué. Intuí el deseo de que vean lo que estaba viendo, una necesidad intensa de llevarle (especialmente pero no solo a papá) al mundo lo que me regalaban los ojos. Y así siguieron los días, click, click, click. Hasta que un día entré en el V&A por un poco más arte, con una glotonería casi obscena. El Victoria & Albert Museum está en uno de los barrios que más me gustaron y es uno de los mejores. Así, entre pinceladas, cincelazos, colores, materiales exóticos y entre manos que dieron forma a cosas hermosas, me metí en una muestra de fotografía. Extrañamente quien exhibía no era un fotógrafo sino un director de cine: Abbas Kiorastami. No vi nada de él, ni siquiera hoy; "El sabor de la cereza" sigue siendo un misterio pendulando entre recomendaciones de quienes aman y odian esa peli. Pero esto no se trababa de 24 cuadros por segundo sino de un cuadro y la eternidad. Me emocionaron inmediatamente los blancos fríos de la nieve y la soledad, las sombras y la morfología genial y única de esas fotos que podrían envidiar Cartier Bresson, Avedon, Doisneau o Cappa. Cuando estaba a extasiado en un punto justo, plenamente conmovido, me topé con un texto sobre un gran panel, perfecto, bello, con una tipografía que no podía ser otra y pude entender lo que en esos días me había atormentado. Como en un pizarrón, estaba frente a mí una lección que cambiaría mi vida y que hizo que hoy, cuando estoy detrás de una cámara no haya un hombre, sino un fotógrafo que busca lo mismo que este iraní, con el que me tropecé en una sala allá lejos en un museo de Londres, que dijo:
"Contemplating the clowdysky and the massive trunk of a tree under a magical light is difficult when one is alone. Not being able to feel the pleasure of seeing a magnificient landscape with someone else is a form of torture. That is why I started taking photographs. I wanted somehow to eternalize those moments of passion and pain".
Días enteros caminando, viendo, sintiendo, aprendiendo. Todo esto cámara en mano tratando de retener en píxeles lo enorme, lo descomunal; pensaba para quién eran esas fotos y tenía una cosa atragantada que no se iba e hizo que me preguntara: ¿son para mí? ¿para los que se sientan ante una pantalla y pierden el interés a los cinco minutos? No, era para compartirlo, no sabía con quien, no sabía para qué. Intuí el deseo de que vean lo que estaba viendo, una necesidad intensa de llevarle (especialmente pero no solo a papá) al mundo lo que me regalaban los ojos. Y así siguieron los días, click, click, click. Hasta que un día entré en el V&A por un poco más arte, con una glotonería casi obscena. El Victoria & Albert Museum está en uno de los barrios que más me gustaron y es uno de los mejores. Así, entre pinceladas, cincelazos, colores, materiales exóticos y entre manos que dieron forma a cosas hermosas, me metí en una muestra de fotografía. Extrañamente quien exhibía no era un fotógrafo sino un director de cine: Abbas Kiorastami. No vi nada de él, ni siquiera hoy; "El sabor de la cereza" sigue siendo un misterio pendulando entre recomendaciones de quienes aman y odian esa peli. Pero esto no se trababa de 24 cuadros por segundo sino de un cuadro y la eternidad. Me emocionaron inmediatamente los blancos fríos de la nieve y la soledad, las sombras y la morfología genial y única de esas fotos que podrían envidiar Cartier Bresson, Avedon, Doisneau o Cappa. Cuando estaba a extasiado en un punto justo, plenamente conmovido, me topé con un texto sobre un gran panel, perfecto, bello, con una tipografía que no podía ser otra y pude entender lo que en esos días me había atormentado. Como en un pizarrón, estaba frente a mí una lección que cambiaría mi vida y que hizo que hoy, cuando estoy detrás de una cámara no haya un hombre, sino un fotógrafo que busca lo mismo que este iraní, con el que me tropecé en una sala allá lejos en un museo de Londres, que dijo:
"Contemplating the clowdysky and the massive trunk of a tree under a magical light is difficult when one is alone. Not being able to feel the pleasure of seeing a magnificient landscape with someone else is a form of torture. That is why I started taking photographs. I wanted somehow to eternalize those moments of passion and pain".
que NO VUELVAN los lentos
Señores, los lentos permitían acercamientos al objetivo que ninguna otra práctica física podía lograr. Cuando arrancaban era el momento mágico que ni Malaparte, García Márquez o Wes Anderson podrían imaginar en su total dimensión. La aceptación a bailar lentos era el nombramiento de caballero por parte de la reina de inglaterra. Salvo que la chica en vez de tocarte los hombros con una espada, lo hacía con sus brazos, abrazándote detrás del cuello dejando libre todo su cuerpo para que tus manos suban y bajen de acuerdo a una cantidad de fortuna que no estaba determinada por ninguna ley terrestre. Los lentos han permitido tocar culos y tetas en épocas que no se podía tocar ni un piano sin que te lleves un disgusto. Yo iba a bailar en una época donde IBAN LAS MADRES DE LAS CHICAS. Sí señores, así de simple, como lo leen. No me vengan con que ustedes pendejos de mierda son machos porque se llevan a una pendeja al derpa y la ensartan el primer día. Hazaña era levantarse una piba PIDIENDOLE PERMISO A LA VIEJA ahí mismo, en la cancha, casi a oscuras, generalmente mirándote con odio, con las luces estroboscópicas y los reflejos de la bola de espejos dándoles un toque más siniestro. Eso era ser macho queridos. No porque me la aguanto en grupo y patoteo a un boludito en el abasto, no. No señor. Tenías que tener los huevecitos bien grandes, cosa que era provocado no sé a esta altura si por el valor o la ausencia total de sexo, para ir ante el enemigo a pedir la mano de la nena para llevarla al paraíso gracias a Air Suply, Barry Manilow o quien haya sido dotado del don de hacer melodías suaves y empalagosas. El momento mágico del que les cuento, donde la mirada de "sí, dale" o la leve sonrisa de aceptación te llevaban al cielo sin escalas, se contraponía con el efecto "baile de la silla" que podía dejarte sin nada, corrida desesperada para capturar los seres más aceptables posibles dentro de una fauna que iba de maravillosa a dignas de NatGeo. Darwin debe haber elaborado su teoría de la evolución en una corrida de este tipo, cuando un Dj pegó los lentos y vió in situ cómo sobrevive el más fuerte. Quedarse con las manos vacías te fulminaba la noche 2 horas antes. Lo peor del mundo era que en un determinado punto, si dormiste o no fuiste lo suficientemente rápido, hasta los bagayos más plumíferos y desagradables del mundo te decían que no, con el poquito orgullo que podían llegar a esconder debajo de sus narices de Capusotto o dentro de sus panzas de Michael Moore. Cielo e Infierno. A las 4 y media o 5 de la mañana en el preciso momento que un Disc Jockey (DJ no existía, como no existían las siglas en ingles) se le ocurría poner el vinilo salvador. La incomparable situación de estar bailando justo en la transición, también era una prueba de fuego donde tu destino estaba tratando de anotar algo en una libreta sin ver un carajo dentro de la cabeza de la niña inocente, que sabía que su cuerpo estaba a punto de convertirse en la autopista donde bólidas manos iban a recorrer toda su extensión sin necesidad de las guías de YPF. No cabía otra que poner cara de "está todo bien, soy buenito, no te voy a hacer nada" y rezar, rezar mucho, pedirle a los cielos que se quede con vos y te regale los lentos como trofeo máximo. Menos de diez centímetros era la distancia que separaban la gloria de la ruina total. Cuando sus manos pasaban por arriba de tus hombros, abrazándote, se generaba una mezcla de alegría, excitación y elevación de masomenos 40 o 45 grados de temperatura en todo tu cuerpo; tus fantasías empezaban a enloquecer desquiciadas imaginando besos y caricias que era todo lo que podían soñar. Ahora, cuando estas manos que unos instantes atrás se agitaban felices al ritmo de la música, se detenían en tus clavículas diciendo "no negrito, ni loca bailo lentos con vos" traía consigo una de las humillaciones que sólo empaté años después en la cama diciendo "te juro que es la primera vez". Los lentos eran un ritual que nadie, por más doritos que coma, va a poder ver en toda su plenitud. Era el momento esperado en toda la semana. La previa que duraba 7 días, como dice una campaña que intenta decirle a los pibes que no tomen éxtasis, era llegar a lo más alto a la vista de todo el mundo. Si hubiera existido youtube, la mitad de los videos serían de pibes victoriosos bailando lentos, zarpando gancho como lo haría Shiva y sus múltiples manos. Tus amigos corroboraban que no se habían equivocado brindándote su amistad, eras un pibe que bailaba lentos todos los sábados. Un campeón.
Tocar, besar, abrazar, acariciar, apoyar, chamuyar. Eso lo disfruté los 4 o 5 años que duró. Pasaron más de 20 años y nada de lentos. O sea: cuando hubiera podido disfrutar a pleno de ellos, de Foreigner, de Christopher Cross, de Extreme, de Michael Jackson, en mi momento de mayor levante, con facha, con caripela, con pilcha, con guita, con labia. Con todo lo que no tenía de los 14 a los 18 años ¿qué pasa? DESAPARECEN DE LA FAZ DE LA TIERRA. Chau, nada de lentos. Adiós charla al oído, besos al cuello, acariciadas de nalga. Chau, para siempre.
HASTA HOY.
Hoy, hoy carajo que tengo una hija adolescente. Que está lleno de pendejos que te la ponen en el tren si te descuidás y que se cojen a un bombero quemado!. Que no les importa nada de nada y que lo único que quieren es mandar mano al culo. ¿Por qué? ¿Por qué mierrrrrrrda a estos hijos de mil puta de Doritos se les ocurre sacar esta campaña? JUSTO AHORA. Encima van a hacer tanto quilombo que lo van a lograr. Van a empezar a poner lentos hasta en la Moonpark. Diganme por favor ¿por qué? ¿Qué mierda te hice dios la puta madre que te parió para que me castigues de esa forma? ¿Para que me la llenen de manos a mi nena, a mi bebé que hace un rato me miraba sin decir nada desde la cuna? ¿A mi Anï que estaba en pañales hace prácticamente nada? No solo borraste los lentos de nuestro planeta cuando más jugo (cuack) les hubiera sacado, sino que me los traés de vuelta justo ahora que mi hija tiene reacciones nucleares con sus hormonas!
Propongo hacer una cruzada para que NO vuelvan los lentos, para que estos depravados drogadictos (hijos de madres histéricas que fueron manoseadas por todos, atorrantas que hoy se encaman con el portero paraguayo porque el marido está ocupado dándole a la secretaria y no les da bola. Trolas que tuvieron a estos hijos de mil putas que no sirven para nada), se queden con las ganas de tener institucionalizado un momento para hacer con sus extremidades lo que se les venga en gana. No señores, y no me vengan con que la nena acepta de buen grado, eso es por presión social. Por Doritos. Por la droga, por la tele, por tinelli y el caño, por los fotologs que las tienta a ser lo que ningún papá digno quiere que sean. No viejo, digamos NO a este flagelo que nos quieren imponer, como Halloween o como San Valentín.
Mierda que complicada que la tengo.
Tocar, besar, abrazar, acariciar, apoyar, chamuyar. Eso lo disfruté los 4 o 5 años que duró. Pasaron más de 20 años y nada de lentos. O sea: cuando hubiera podido disfrutar a pleno de ellos, de Foreigner, de Christopher Cross, de Extreme, de Michael Jackson, en mi momento de mayor levante, con facha, con caripela, con pilcha, con guita, con labia. Con todo lo que no tenía de los 14 a los 18 años ¿qué pasa? DESAPARECEN DE LA FAZ DE LA TIERRA. Chau, nada de lentos. Adiós charla al oído, besos al cuello, acariciadas de nalga. Chau, para siempre.
HASTA HOY.
Hoy, hoy carajo que tengo una hija adolescente. Que está lleno de pendejos que te la ponen en el tren si te descuidás y que se cojen a un bombero quemado!. Que no les importa nada de nada y que lo único que quieren es mandar mano al culo. ¿Por qué? ¿Por qué mierrrrrrrda a estos hijos de mil puta de Doritos se les ocurre sacar esta campaña? JUSTO AHORA. Encima van a hacer tanto quilombo que lo van a lograr. Van a empezar a poner lentos hasta en la Moonpark. Diganme por favor ¿por qué? ¿Qué mierda te hice dios la puta madre que te parió para que me castigues de esa forma? ¿Para que me la llenen de manos a mi nena, a mi bebé que hace un rato me miraba sin decir nada desde la cuna? ¿A mi Anï que estaba en pañales hace prácticamente nada? No solo borraste los lentos de nuestro planeta cuando más jugo (cuack) les hubiera sacado, sino que me los traés de vuelta justo ahora que mi hija tiene reacciones nucleares con sus hormonas!
Propongo hacer una cruzada para que NO vuelvan los lentos, para que estos depravados drogadictos (hijos de madres histéricas que fueron manoseadas por todos, atorrantas que hoy se encaman con el portero paraguayo porque el marido está ocupado dándole a la secretaria y no les da bola. Trolas que tuvieron a estos hijos de mil putas que no sirven para nada), se queden con las ganas de tener institucionalizado un momento para hacer con sus extremidades lo que se les venga en gana. No señores, y no me vengan con que la nena acepta de buen grado, eso es por presión social. Por Doritos. Por la droga, por la tele, por tinelli y el caño, por los fotologs que las tienta a ser lo que ningún papá digno quiere que sean. No viejo, digamos NO a este flagelo que nos quieren imponer, como Halloween o como San Valentín.
Mierda que complicada que la tengo.
otra carta de papá
"Solo la sensibilidad vale para presentir el arte"
Estaba por cenar pero me arrebató el recuerdo de la conversación que hace un par de horas tuvimos, estando yo en casa de Johana.
Así como lo digo, de golpe, un sinnúmero de imágenes me invadieron a un mismo tiempo; no obstante la palabra Berlin sobresalía de todas ellas como la cumbre de una montaña sobre las otras. Y me acordé de Jasón. Así.
Tienes la misma existencia de aquel que buscaba el belloncino de oro a mucha distancia de su patria, allá, en el quersoneso táurico.
Vos buscás imágenes de oro en ciudades tan alejadas, que no solo tienen distintas palabras, sino que hasta las estrellas que pueblan sus cielos son diferentes.
El griego tenía por compañeros a príncipes de reinos; vos te rodeas de hombres que también son príncipes, pero del reino del arte (no es poco)
Al igual que aquél, sos un protegido de los dioses. Al "hombre de una sola sandalia" le otorgaron fuerza, inteligencia y determinación para cruzar mares de terror, con témpanos que en medio de la niebla, estrujaban a las naves y al corazón; a vos te otorgaron el don de oir el sonido del arte con la piel (por eso se te eriza tan a menudo) en un mundo también de hielos, donde una moneda tiene más valor que un ocaso y eso también estruja el corazón. Además, te otorgaron la facilidad de atrapar las figuras de la imaginación y fijarlas en papel (no es poco).
No temas, te van a acompañar los recuerdos por siempre; es lo único que acompañan al hombre hasta la última puerta.
Como al héroe de la hazaña que ya viejo, queriendo ver por vez postrera a sus "Argos", se sentó a su sombra y los dioses hicieron desprender el mascarón de proa que puso fin a sus recuerdos, que en realidad son la verdadera vida. Así, un día entre los días, será el último para vos y un recuerdo final volará sobre tal o cual figura de un museo, como un pájaro que se pierde en el horizonte.
En la creencia de aquel pueblo antiguo, los dioses nunca abandonaban a sus elegidos; vos sos uno de ellos. Cuando te acorrale la tristeza o el infortunio, pensá en esto.
(EDITED)
Éstas, tus cosas para conmigo, son las que hacen que la vida valga la pena ser vivida.
A veces pienso, quién sabe si uno merece tales suertes.
martes 4-3-08
Estaba por cenar pero me arrebató el recuerdo de la conversación que hace un par de horas tuvimos, estando yo en casa de Johana.
Así como lo digo, de golpe, un sinnúmero de imágenes me invadieron a un mismo tiempo; no obstante la palabra Berlin sobresalía de todas ellas como la cumbre de una montaña sobre las otras. Y me acordé de Jasón. Así.
Tienes la misma existencia de aquel que buscaba el belloncino de oro a mucha distancia de su patria, allá, en el quersoneso táurico.
Vos buscás imágenes de oro en ciudades tan alejadas, que no solo tienen distintas palabras, sino que hasta las estrellas que pueblan sus cielos son diferentes.
El griego tenía por compañeros a príncipes de reinos; vos te rodeas de hombres que también son príncipes, pero del reino del arte (no es poco)
Al igual que aquél, sos un protegido de los dioses. Al "hombre de una sola sandalia" le otorgaron fuerza, inteligencia y determinación para cruzar mares de terror, con témpanos que en medio de la niebla, estrujaban a las naves y al corazón; a vos te otorgaron el don de oir el sonido del arte con la piel (por eso se te eriza tan a menudo) en un mundo también de hielos, donde una moneda tiene más valor que un ocaso y eso también estruja el corazón. Además, te otorgaron la facilidad de atrapar las figuras de la imaginación y fijarlas en papel (no es poco).
No temas, te van a acompañar los recuerdos por siempre; es lo único que acompañan al hombre hasta la última puerta.
Como al héroe de la hazaña que ya viejo, queriendo ver por vez postrera a sus "Argos", se sentó a su sombra y los dioses hicieron desprender el mascarón de proa que puso fin a sus recuerdos, que en realidad son la verdadera vida. Así, un día entre los días, será el último para vos y un recuerdo final volará sobre tal o cual figura de un museo, como un pájaro que se pierde en el horizonte.
En la creencia de aquel pueblo antiguo, los dioses nunca abandonaban a sus elegidos; vos sos uno de ellos. Cuando te acorrale la tristeza o el infortunio, pensá en esto.
(EDITED)
Éstas, tus cosas para conmigo, son las que hacen que la vida valga la pena ser vivida.
A veces pienso, quién sabe si uno merece tales suertes.
martes 4-3-08
links (updateado)
Vengo de hilvanar un par de lecturas de blogs súper interesantes, de gente que sabe escribir, que escribe de verdad. Textos que me atrapan, me hacen reir a más no poder o me emocionan profundamente. Me quedé como idiota, con ganas de cerrar el pico y dedicarme a escuchar, a leer a los que saben. No perder el tiempo. Pienso: ¿por qué no me dedico a lo que sé? ¡Irrespetuoso de mierda!. Debería reprimir las ganas de ser algo que no voy a ser nunca. Siento vergüenza en este momento como hacía mucho no sentía. Enorme, ganas de cerrar este espacio para siempre y no escribir más. Poner un link para que no pierdas el tiempo y no te pierdas esas glorias que merecen ser leídas mucho más que estas paparruchadas inútiles de improvisado.
http://orsai.es/2008/02/don_marcos.php
(al otro día)
Bah, a quién engaño, voy a seguir escribiendo boludeces y posteando cosas como un gil. Sólo tengo que sacarme esa camisa de Nessus que a veces me pongo, que siento me quema como el infierno, cuando en realidad no soy un héroe mitológico, sino esto que ya sabés. En fin, a veces por impulsivo me creo unos fantasmas abismales y los describo acá, tratando de ahuyentarlos y lo único que hago es que me veas, como un loco, revoleando un trapo al aire, tratando de que vuelen miedos que solo yo conozco y que solo yo veo.
http://orsai.es/2008/02/don_marcos.php
(al otro día)
Bah, a quién engaño, voy a seguir escribiendo boludeces y posteando cosas como un gil. Sólo tengo que sacarme esa camisa de Nessus que a veces me pongo, que siento me quema como el infierno, cuando en realidad no soy un héroe mitológico, sino esto que ya sabés. En fin, a veces por impulsivo me creo unos fantasmas abismales y los describo acá, tratando de ahuyentarlos y lo único que hago es que me veas, como un loco, revoleando un trapo al aire, tratando de que vuelen miedos que solo yo conozco y que solo yo veo.
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