"Terapia para todos" con James Lipton

Quiero dejar en claro que todo lo que se me ocurre tiene que ver con el país y no quiero que esto sea la sucursal devaluada de Crítica o del pasquín que elijan. No estoy inspirado para nada, estoy preparando un viaje y como pueden llegar a adivinar, es de las actividades que más me gusta, más que el cine y todo lo demás. Sólo tengo en la cabeza tarifas y disponibilidades, trayectos, países a visitar. Ciudades que me tientan ofreciéndome su arte y su arquitectura. Ventanas de Safari con buscadores, campos a completar con cantidad de pasajeros, datos, íconos pequeños con calendarios que al abrirse me hacen saborear el disfrute de la previa (que tanto he pontificado) trenes, aviones, hoteles con y sin baño, con pasillos donde hay que correr en bata para pegarse un duchin. Euros inalcanzables, dólares y pounds, números que me dicen a los gritos que estoy loco, que no puedo ser tan irresponsable con mi futuro y con mis hijos. No sé, mi vieja sufrió toda su vida por tener una casa, o mejor dicho, por haber perdido 2. Y sin embargo cuando saludó a todos desde el andén, no hizo diferencia que la tuviera o no. En mi último día les cuento si hice bien o mal. Mientras tanto esperen novedades.

Me dejé llevar con esta explicación de por qué no les escribo y terminó siendo "Terapia para todos" con FR. Me voy antes de que les cuente todos mis traumas y cuando me vean se me caguen de risa en la cara. Me voy a un rincón a chuparme el dedo mientras me balanceo lentamente. Adiós.

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