que lo parió

Lo primero que recuerdo de él son los dibujos de un gaucho en la revista Hortencia que leía por "Negrazón y Chaveta" y no me llamó la atención, no por falta de genialidad (que en ese momento no sé si tenía) sino porque siendo un pibito no entendía nada. Lo primero que me gustó fué Boogie el aceitoso. Mucho. Me parecía increíble el personaje, hoy me sigue sorprendiendo lo rico y oscuro que es, atado a su época, es el personaje que más atesoro. Será porque me remite a mi infancia, lo cierto es que ahí va a quedar. Luego vino Inodoro que como a todo el mundo, hizo llorar de risa. Domingo por medio la revista de Clarín tenía otro peso. "Esta semana está Inodoro!!!!!" pensaba mientras desparramaba el diario para ir a lo importante, a lo genial.
Las líneas que dibujaron esas vidas (como también las de Quino) dibujaron la mía.
Y luego vinieron las letras, las palabras, las historias, el autor que se convierte en personaje. El locuaz. El canalla. El tipo de rosario, ciudad que amo por Migue y Vanesa, por Newells, por Fito, y por él. Con el tiempo pude ver todo lo que tenía de Woody Allen y ayer cuando me enteré de su muerte, pensé en por qué tantos genios o gente que uno ama colectivamente, se mueren con mucha piola en el carretel. Y pensé en Woody. En que se merece vivir mucho como se lo merecía el negro. Cuando leí que estaba enfermo, me dolió saber que vendría el deterioro físico, el no poder moverse, hablar como hubiera querido y después del shock cuando Diego dijo "nooooo, se murió Fontanarrosa!" me alegré en el fondo, porque él no quería desdibujarse (como estaba haciendo el destino usando el pulgar) borroneándolo hasta hacerlo una mancha. Me alegra que alguien lo haya borrado de acá para dibujarlo donde el negro merece estar. En el cielo.

1 comment:

  1. Creo, sinceramente, no hay argentino de entre 25 y 50 que no pueda rastrear un pedazo de Fontanarrosa en su vida. Si uno pudiera imaginar y dibujar la vida de uno cómo un conjunto de mosaicos armando un gran mural, éste, el de sus trazos y su humor, tendría un lugar central, de ésos adonde las dicroicas siempre iluminan de cualquier manera.
    Coincido con vos, che. Parting is such a sweet sorrow.
    Larga vida al Negro.
    atte.
    Tsultrim Namdak

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