Bajo el peso de la ley

Hace casi 20 años Jorge me armó una lista con pelis IMPERDIBLES para conseguir en VHS, cosa que no era nada fácil con algunas de ellas y siempre recordé especialmente: "Down by Law" de Jim Jarmush. Otras glorias estaban anotadas desordenadamente en el papel, como "Stranger than paradise" también de él, "El amigo americano" de Venders o "Eraserhead" de Lynch. No sé por qué pero por una razón u otra, no vi ninguna peli de Jarmush hasta hace muy poco que debuté con "Broken Flowers". Siempre estuve atento a lo que hacía pero no había caso y Bajo el peso de la Ley era una asignatura pendiente, una deuda conmigo. Jor era amigo de Mile (el hijo de Alfredo) y fue también compañero de sueños. Trick era nuestro experimento de diseño en el que aprendíamos y trabajamos durante un tiempo. Vivimos una etapa soñada y Jor era la pata culta de esa banqueta de tres patas. Jor el nene bien, Jor era Europa. Era quien trabajó en Ibiza en un bar en un barco. Quien tenía madre psicóloga y padre médico en España, era el que tenía piné y el único que había salido de Ezeiza para asomarse al mundo. Tenía la experiencia de haber vivido la movida española, la experiencia que los chicos del sur imaginábamos soñando despiertos. Sus amigos eran "hijos de" o gente que salía en las revistas. Sus novias eran especiales (las nuestras eran unas chinitas de barrio sin ninguna expectativa) Tiempo después entendí que pasaba en su baño de Thames y nunca entendí lo que pasaba en su cabeza. Ese mundo que nos describía como un maestro, con algo de vergüenza, me deslumbraba. El ansia de hacer algo importante, de poder recorrer el mundo. De poder estar en Londres, de usar una reja llena de años y de arte como textura para un diseño o tener un libro de Mariscal para poder respirar su talento. Eran las ganas de conocer y hacer.
El tiempo pasó y nuestros caminos tomaron caminos predeciblemente distintos, haciéndose paralelos como si nunca se hubieran tocado. Hoy trabajo a la vuelta de la casa de su suegra y hace poco me crucé con la novia de ese entonces, hoy esposa y madre de sus hijos pero la charla de rutina averiguándo qué nos pasó, no me movilizó. Fue recién al tener "Down by Law" en mis manos, que me acordé de esa lista y de todo lo demás. De las noches de tablas de queso a las 4 de la mañana, las noches sin dormir. De la ropa usada de Key Biscayne que su hermano Fer le regalaba más a mi pobreza que a mi falta de estilo. De la promesa que hicimos de ser los primeros en usar la tipografía Rotis de Otl Aicher; en un juramento que nadie recuerda pero que cada vez que la elijo, recuerdo. De las chicas que pasaron una madrugada preguntando, por un error de dicción mío, ante la salida del sol si teníamos que ir a la fábrica. Del deseo de conocer el Centro Pompidou gracias a sus relatos extensos y minuciosos (quizás porque creía que nunca podríamos ir). De su pedido que no vaya a ver Cinema Paradiso en el cine, evitando así un papelón antológico y junto a otras cosas, recordé mis celos por la admiración que tenía el enano por él.
Todavía no la vi la peli y la guardo para un momento especial, con la misma intriga de hace 20 años, sin la inocencia y sin muchas cosas pero con las mismas ganas de descubrir que desde entonces, a diferencia de la juventud y la belleza, se han mantenido intactas.

1 comment:

  1. Una cosa llevó a la otra y de repente me encontré en el final del texto.
    Parecía la introducción a una gran aventura.
    Aunque ahora lo pienso mejor, eso es.


    Abrazo de gol, nos estamos viendo en esta vida.

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