boludeces

Si hay una mierda, una mierda enorme, esa es la angustia. Es un masacote pegajoso, profundo y doloroso que te atrapa con una fuerza tal que resulta imposible escaparse. Me duele la angustia, es uno de los sentimientos más negativos y que más me afecta. Me produce una depresión tan onda que no sé cómo salir. No hay lugar para la imaginación. Para colmo, cada vez que me angustio, las ganas de vivir se toman un bondi y se van lo más lejos que pueden, me quedo como un pelotudo con unas ganas de suicidarme tan grandes, que si pudiera, si tuviera la libertad necesaria, me dejo de joder de una vez por todas. Ya sé, ya sé, yo leí el post de Juan. Es así, tiene razón. Pero cuando estoy así no veo. Sólo siento y lo que siento es una mierda. No importa el motivo, puede ser una idiotez o no, pero ya de por sí cuando estás angustiado, fuiste. Cagaste. Yo estoy atravesando una etapa jodida en el análisis sobre la mierda en que me he convertido. Sobre qué me depara el futuro. Paradójicamente, salvo la guita, el día a día es bueno. Una cosa es lo que pasa y otra muy distinta lo que siento. Y ahí se arma la rosca. Ahí aparece la angustia que se prende como un velcro dejándome inmóvil, sin ganas. Y cuando estoy sin ganas, es cuando estoy muerto.

Un día alguien que no recuerdo bien quién fue, me dijo: "los cuentitos que escribís son una mierda, pero cuando contás tus boludeces, está bueno" ésta es la excepción.

3 comments:

  1. Estimado Flavio,
    tal cuál, cómo reza un disco de "Ministry", "the mind is a terrible thing to taste", pero a la vez que és la causante de nuestros devanéos, nuestras subidas y bajadas, nuestras acciones más altruístas y nuestras agachadas más miserables, sin ésa mente no seríamos lo que somos, sinó por ejemplo, un hermoso gato, cómo ése que mostrás en ésa foto de tu flick, al lado de la nena, mirando a cámara y de color gengibre.
    La angústia, estimado, es un pensamiento más de los q ándan deambulando nuestro contínuo metal y al que nos aferramos y damos status de verdad, aún cuando la realidad más empírica nos de muestras acabadas que los sucesos por los cuales nos sentimos afectos a apegarnos a la angustia ya NO EXISTEN y mucho menos NO SE ESTAN SUCEDIENDO de forma ininterrumpida.
    Uno, por tanto, elige subirse al vagón de la angustia, lo vé, presiente su cercanía, óye su silbato y...arriba en su viaje por paisajes desnudos y cenicientos. Sólo que en realidad, tal cuál mencionara NO EXISTEN de por si, carecen de una existencia intrínseca. Es cómo cuando uno va a un supermercado en otro país, vé tantos productos nuevos y ricos...quiere todos! Uno sigue siendo uno, los productos sólo estan en las góndolas, sólo resta acercarse, tomarlo y ponerlo en el carro. Aunque te confieso que nada hay mas interesante que verlos, analizar sus etiquetas y decir..."no, in purpose of what?" .

    Nunca dés el brazo a torcer, más allá de definiciones, uno es lo que piensa ahora, en éste instante presente.
    Ánimos! he estado mucho adonde vos a veces.
    Sinceramente.
    Tsultrim Namdak

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