cacerola

No entiendo cómo aún dicen que el argentino es arrogante, altanero, que se cree la crema de la crema, que vive en la europa de latinoamérica. No entiendo cómo alguien puede sostener esto siendo el pueblo que ha soportado una de las humillaciones sistemáticas más grande de los últimos 50 años. Un pueblo que vio sin decir nada cómo una banda de delincuentes los gobernó, los tomó por la fuerza, los mató, los reprimió, los regaló. No hablo sólo del golpe del 76' ni del riojano, la peor basura que ocupó el sillón de rivadavia de la mano del peronismo y que hizo las delicias de la derecha más repugnante de la región. No, voy más atrás, con "la otra" esposa nefasta; o más lejos, a ezeiza y su masacre vergonzosa, o más atrás aún, al camisa negra que se descamisó, que con los brazos en alto como el simbolito del mundial se fotografiaba ante un tesoro nacional lleno de oro que dejó vacío como unos años después hicieron todos los gobernantes con lo que tuvieran a mano, aunque sean los bolsillos del pueblo. Hoy sentí una vergüenza similar a la que lamentablemente sentí varias veces, como cuando regalaron Entel, o cuando leyeron el comunicado Nº1, o el Rodrigazo, o la 1050. Un pueblo de rodillas, vejado. Que intenta decir basta con el cacerolazo, la actitud más egoísta y vil de la rancia cuasi-burguesía porteña. Detesto el cacerolazo. No me importa si hoy tienen razón. No puedo dejar de asociarlo a la gente que no dudó en salir a las calles cuando le metieron la mano a su verde esperanza pero que miró hacia el costado indiferente, ante cada atropello, ante cada hurto. Ese pueblo que se hizo el distraído cuando Barbarita lloraba en cámara desde la peronista tucumán a causa del hambre cuando nadie llenó una cacerola y se la envió llena de proteínas. Cuando el infame que permitió que vuelva el deme 2 destrozaba la industria, nadie salía a la calle. Cuando entregó el país tampoco. Cuando cerró los trenes, tampoco. Cuando hicieron el golpe económico a Alfonsín, tampoco. Nadie golpeó su batería de cocina contra Martínez de Hoz. Ni cuando Videla y todas las langostas que lo siguieron mataron y torturaron a diestra y siniestra no hubo cacerolazos en barrio norte. Ni en ningún lado.
Hoy vimos un giro aún más bizarro y decadente, demostrando que somos capaces de llevar las cosas a un extremo inimaginable. La frutilla de la torta K que ante la mentira sistemática (no sólo del índice de inflación) de un gobierno que vive de lo que le saca al campo y de la cotización del único dios argentino manejado a conveniencia, fue enfrentar los gritos tilingos con otros gritos. Gritos de otro color, manipulados, violentos y tan pero tan negros como el futuro de esta tierra bendecida, poblada por la peor lacra. Un país que un fascista iluminado catalogó hace muchos años de POTENCIA.

3 comments:

  1. Estamos de acuerdo Rucci. Estamos de acuerdo.

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  2. bueno, el 2001 fue distinto, acordate que fue toodo un año de luchas y cortes de ruta y piquetes de desocupados y la clase media, hastiada, salio con las cacerolas como respuesta a la provocacion de de la rua, que quizo imponer un estado de sitio. entonces mataron a más de 30 personas en todo el pais. en la plaza de mayo pero también a pocho lepratti en la zona oeste de rosario y en muchos barrios más, donde la gente desesperada de hambre salió a saquear.
    fue distinto.
    saludos.

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  3. Esa gente de la que hablás Shizbou, no agarró la cacerola en Barrio Norte, Palermo o Belgrano. Esa gente es la que fue siempre cagada por los gobernantes. SISTEMATICAMENTE. Desde los sueldos de hambre a las políticas económicas de la escuela de chicago, el FMI o la derecha que elijas. Se llame De la Rúa (o Duhalde que sacó a varios a la calle en esos días, te acordás?) o Cristinita o quien sea, se cagan en la gente absolutamente todos.

    Es una vergüenza que haya hambre en este país.

    Gracias por tus palabras!

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